Los mundos de Coraline, hoy a las 22h 30´en los Ábsides de San Juan . Ciclo de cine de verano al aire libre.


Dirección: Henry Selick.
País:
USA.
Año: 2009.
Duración: 100 min.
Género: Animación, fantasía, familiar.
Doblaje original: Dakota Fanning (Coraline Jones), Teri Hatcher (madre), Jennifer Saunders (señorita Spink), Dawn French (señorita Forcible), Ian McShane (Sr. Bobinsky), Keith David (gato), John Hodgman (padre), Robert Bailey Jr. (Wybie Lovat).
Guión: Henry Selick; basado en el libro de Neil Gaiman.
Producción:
Bill Mechanic, Claire Jennings, Henry Selick y Mary Sandell.
Música:
Bruno Coulais.
Fotografía:
Pete Kozachik.
Montaje: Christopher Murrie y Ronald Sanders.
Diseño de producción: Henry Selick.

SINOPSIS

Coraline Jones es una niña de 11 años llena de vida, de curiosidad y mucho más aventurera de lo que haría suponer su edad. Acaba de trasladarse con sus padres de Michigan a Oregón. Echa de menos a sus amigos, y al ver que sus padres están desbordados por el trabajo, decide encontrar alguna distracción en el vecindario. Wybie Lovat, un chico de su edad que vive en el barrio, quiere ser su amigo, pero ella le considera un pesado. Visita a sus vecinas, dos excéntricas actrices inglesas llamadas Srta. Spink y Srta. Forcible, y al aún más extravagante Sr. Bobinsky. Después de estas experiencias, Coraline empieza a dudar seriamente de si su nuevo hogar le ofrecerá alguna diversión... Pero se equivoca. Descubre una puerta secreta dentro de su casa. Basta con cruzar el umbral de la puerta y recorrer un lúgubre pasillo para entrar en otra versión de su vida. Aparentemente, esta realidad paralela es parecida a su vida, pero mejor. Los adultos, entre los que se encuentra una amabilísima Otra Madre, parecen mucho más cariñosos. Incluso el misterioso gato es más simpático. Coraline empieza a pensar que pertenece a este Otro Mundo. Pero cuando la asombrosa y fantástica visita empieza a hacerse peligrosa y la Otra Madre planea retenerla para siempre, Coraline deberá recurrir a toda su inventiva, determinación y valentía para regresar a casa y salvar a su familia.

Crítica

Es triste saber que el grande éxito de un director en el colectivo pensamiento popular no le sea asignado a él, sino a una personalidad que en su renombre le hubo opacado. Lo quiera o no le pasó a Henry Selick con la cinta El extraño mundo de Jack (The nightmare before Christmas), que para los más avispados conocedores la identificación no les resulte difícil, para los menos, el apabullante nombre de Tim Burton resume el concepto general. Afortunadamente Selick puede decir que hasta hoy rompe con ese estigma con el que ha estado cargando; porque con Coraline y la puerta secreta (Coraline, EUA-2009), viene a demostrar que es un artífice genuino en lo que hace, y que el apadrinamiento de Burton fue solo eso.

En el que viene a ser su cuarto largometraje para cine y el tercero en animación completamente, Selick conceptualiza su particular visión de las historias que quiere contar, y para muestra, nos bastan los tres claros ejemplos. Mientras en El extraño mundo de Jack –que aunque la idea original surgiera de la bizarra mente de Burton, es Selick quien colapsa tal ideario en el tan olvidado stop-motion- nos muestra un reparto tétrico musical en el cual alude a una galería de personajes y una crítica inmiscuida del hombre ante la ciencia; del ver para creer.

El escape. La salida. Selick revalora su pequeña y sustancial obra hasta el momento y nos trae con Coraline y la puerta secreta un resumen de dos mundos, que inexplicablemente no confabula, sino que adhiere a su perspectiva. ¿Qué pasa si juntamos el tema del desentendimiento y descobijo omitido de unos hacia otros como en Jim y el durazno gigante y lo ponemos a tope con el concepto sombrío de El extraño mundo de Jack? La respuesta es sencilla. Se llama Coraline y la puerta secreta.

¿Alguien dijo cine para niños? No, no exactamente. Aunque es el género al que va dirigido, esta cinta va más allá. No es que no sea sencilla o tenga un lenguaje infantil, sino que tiene un trasfondo bastante significativo que en el caso de llevar niños a la sala ocupa severamente la presencia de algún adulto por dos cuestiones. La primera de ellas es porque maneja un terror infantil que puede resultar inofensivo, pero no hay que confiarse, porque es muy efectivo y la cinta es tétrica, con muchos elementos góticos y bastantes adeptos oscuros, bizarros y escalofriantes –sumémosle que está cargada de elementos sexuales recurrentes-. En forma es algo así como Monster house: La casa de los monstruos (Monster house) y El cadáver de la novia (Corpse bride), pero en un plan bastante serio.

Y la segunda y más importante, es porque definitivamente, Selick, basado en la novela Coraline de Neil Gaiman, logra poner en la pantalla una crítica bastante efectiva con elementos bastante definidos. El abandono presencial de los padres hacia los hijos, las labores cotidianas del día a día de los adultos, que desencadena en los infantes un déficit de atención que los hace maquilar una realidad alterna en el que la protagonista, harta de que sus padres no le hagan caso, se encuentra en un mundo paralelo a unos papás perfectos, que juegan y hablan con ella. Sin duda alguna, es un retrato perfecto de lo que ocurre diariamente en millones de hogares en el mundo. Pero para este problema, otro mundo es la solución y una pequeña puerta la entrada. De eso, en el trasfondo, trata Coraline y la puerta secreta.

Narrada en mínimas ocasiones por una voz en off que no es intrusa a lo largo de la trama, se marca una distancia congruente entre los elementos que nos pueden ser revelados y los que no, es sólo el devenir de las situaciones. En cuanto a los elementos técnicos, la animación es stop-motion clásica con elementos 3D, por los que estaremos inmersos en todos los planos y se agradece cuando vemos a un todo en primer plano funcionando con todos los elementos de los otros dos. .

Pero hay algo que no deja de resultar notorio. Casi redonda se notaba la cinta cuando observamos en su totalidad que en la narración, algunos acontecimientos son forzados en pleno, para conseguir un final bastante lógico pero muy premeditado. Lo oportuno del guión también es otra cuestión pues emerge en la forma en cómo se utiliza a personajes secundarios sólo para un propósito final. Es increíble que a pesar de lo anterior, el resultado final sea el consagrar a esta cinta decididamente como lo mejor en animación que veremos en este 2009 en el que las tramas muy infantiles comienzan a ser el común denominador de cada estación del año. Superando en muchos aspectos a El extraño mundo de Jack, Coraline y la puerta secreta es un clásico inmediato que se ha ganado su lugar por mérito propio. www.elseptimoarte.net

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