Persépolis,

Persépolis (novela gráfica)
Persépolis es el título de una novela gráfica en blanco y negro escrita e ilustrada en forma autobiográfica por Marjane Satrapi (Rash, Irán, 1969). Consta de cuatro tomos, aunque también se publica un volumen integral que contiene los cuatro libros.
Persépolis narra la vida de la iraní Marjane Satrapi desde su infancia en Teherán, donde vivirá una guerra que acabará haciendo que sus padres la saquen del país. El cómic empieza en 1979, cuando Marjane Satrapi tiene tan sólo nueve años y comienza a sufrir las consecuencias de la Revolución islámica. Será testigo entonces del cambio social y político que pone fin al reinado del sha en Irán y da paso a una república. Marjane Satrapi intentará comprender el mundo que la rodea y es aquí donde comprobaremos la influencia de sus padres, una familia de clase alta y de ideología progresista, su considerable inquietud intelectual y su gran imaginación. Marjane conocerá la historia de algunos de sus familiares, estrechamente relacionados con los sucesos que se desarrollan en el país. El primer libro termina con el estallido de la guerra entre Irán e Iraq.
En el segundo tomo, la situación es cada vez más difícil. Muchos conocidos de la familia son torturados o asesinados, y los padres de Marjane deciden enviar a su hija al Liceo francés en Austria. El libro termina con una Marjane de catorce años despidiéndose de sus padres y su abuela en el aeropuerto.
El tercer libro nos cuenta las vivencias de Marjane Satrapi en Austria, cómo tiene que adaptarse a un "mundo nuevo", sus primeras relaciones sentimentales y los prejuicios y el desconocimiento que tienen sus compañeros hacia su cultura y su país.
En el cuarto y último libro, Marjane vuelve a su país de origen después de cuatro años viviendo en Viena. Aquí es cuando descubre el rechazo que causa entre sus antiguas amistades por sus vivencias en Occidente. Más tarde vemos como encuentra su lugar allí, realiza sus estudios y consigue encontrar un grupo de gente más acorde con su estilo de vida. El libro termina con la decisión Marjane Satrapi de dejar de nuevo su país de origen y emigrar a Francia.





Entrevista a la autora del comic





Guía del Cómic: ¿Cómo has ordenado tu vida y los acontecimientos políticos en los cuatro volúmenes de Persépolis?
Marjane Satrapi: El primero es sobre la revolución y el comienzo de la guerra, así que es hasta 1979-1980. El segundo habla sobre la guerra, así que es el periodo de 1980 a 1984. El tercero es sobre el exilio y la emigración, así que es el periodo que vivi en Austria, entre el 84 y el 89. Y el cuarto es sobre mi vuelta a Irán donde curse estudios de arte, como me casé, como me divorcié... En el momento no me percate pero, tras escribirlo, me di cuenta de que la conciencia política en un país crece exactamente igual que un niño. Primero echaba la culpa a Occidente. Con el tiempo me di cuenta de que somos muy responsables de nuestro propio destino histórico.
GdC: Persépolis se organiza en capítulos: ¿escribes cada episodio por separado?, ¿cuánto tardas en dibujarlos?
MS: Ya que la historia es muy complicada por si misma, en lugar de hacer una historia completa en la que el lector se perdería con todos esos nombres de personajes y lugares, la hice y la escribí en capítulos diferentes para que así fuera mucho más fácil de comprender.
GdC: ¿Cómo entraste en contacto con L’Assotiation en Francia?
MS: Antes de hacerlo trabaje durante tres años, envié el proyecto de Persépolis a diferentes editores y me rechazaron 186 veces. Estaba acostumbrada a que se negaran. Así que acabe el proyecto y me dije: "da igual si nadie lo quiere, haré los cuatro tomos, los fotocopiaré y se los daré a mis amigos y así quizás cuando muera me recordarán". Entonces conocí a alguien de L’Assotiation, David B, le di el proyecto y él me dijo: "OK". Nadie creía que el proyecto iba a funcionar, yo la última. Pensaba que quizás 300 o 400 de mis amantes del tercer mundo comprarían el tebeo y ahí se acabaría la cosa. Pero de repente comenzaron escribir buenas críticas y así funcionó. Persépolis Marjane Satrapi Norma, 76 paginas, bn , 14.00 €.
Curiosidad es la palabra que mejor puede reflejar el sentimiento del lector cuando se enfrenta ante una obra con los antecedentes de ésta: una autora (algo por desgracia muy poco frecuente en el mundo del tebeo), de nacionalidad iraní (¿alguien me podría decir un solo autor de esa nacionalidad, o ya puestos, árabe?) que se atreve con un tebeo autobiográfico sobre la difícil época de la revolución islámica en Irán. Y que, para colmo, ha sido uno de los grandes éxitos de ventas de L’Association en Francia.
A priori, el interés no puede ser mayor, aunque sea por causas ajenas al propio tebeo y con una componente más que morbosa, pero que nadie se equivoque. Ya desde la primera página, Marjane Satrapi nos demuestra que todos estos aspectos son absolutamente secundarios ante la realidad: que estamos ante un excelente tebeo.
Satrapi cuenta los momentos que acontecieron al golpe de estado que derrocó la dictadura del Sha e implantó una república islámica desde la perspectiva de una niña, ella misma, que se ve absolutamente desbordada, deambulando sin comprender qué es lo que ocurre, intentando entender con su mentalidad infantil lo que ni siquiera los mayores podían explicar. La elección de la autora es arriesgada: la compleja situación que se narra podía derivar muy fácilmente en un análisis superficial o incluso en la ñoñería. Sin embargo, no pudo ser una decisión más correcta: es precisamente el hecho de que sea una niña la que nos cuenta sus impresiones lo que mejor define la situación que se vivía en Irán. El pueblo iraní, al igual que la pequeña Marjane, era como un niño que sometido a años y años de dictadura tenía que madurar violenta y súbitamente. En los dos volúmenes publicados por Norma hemos podido comprobar como pocas veces hemos leído una narración tan sincera. Satrapi logra en Persépolis unir la dureza casi documental de las obras de Sacco con la sinceridad desgarradora de La ascensión del gran mal de David B, autor que, por cierto, influye espectacularmente en su tratamiento gráfico.
En el apartado gráfico, una primera impresión no pensada nos indicaría que Satrapi sencillamente sigue el estilo de David B de forma casi clónica, pero si nos fijamos un poco, veremos que hay muchos, muchísimos detalles que entroncan claramente con la tradición de ilustraciones persas. Pequeños dibujos a modo de mosaico, figuras estilizadas, son detalles que van jalonando cada página y que nos recuerdan en todo momento el origen de la autora.
En resumen, una obra muy recomendable.

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