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El documental de Joshua Oppenheimer
habla de la masacre indonesia de 1965
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Suharto ordenó una persecución a
comunistas que dejó un millón de muertos
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La obra, producida por Werner Herzog
y multipremiada, se estrena en España
The Act of killing
Director: Joshua Oppenheimer
Co-directores: Christine Cynn,
Anónimo
Producida por: Signe Byrge Sørensen
Productores: Joram ten
Brink, Anne Köhncke, Michael Uwemedimo, Joshua Oppenheimer, Christine
Cynn, Anónimo.
Productores ejecutivos: Errol
Morris, Werner Herzog, André Singer, Joram ten Brink, Torstein, Grude,
Bjarte Mørner Tveit
Estreno en España: 30 de agosto
Género: Documental
Duración: 115 minutos
Producción: Dinamarca
/ Noruega / Reino Unido
Año de producción: 2012
Idioma: Indonesio
El
crimen lo define el vencedor.
A medida que avanza está
"especie de anticatársis"
para Kongo vamos penetrando en ese misterio, el de "esa
completa fantasía de un mundo dividido en malos y buenos, la moral Star
Wars", como etiqueta el cineasta tejano. "La verdad, lo que
lamento... Nunca pensé
que iba a parecer tan horrible", dice Kongo casi al final
de la película, cuando Joshua le muestra el montaje de la recreación de la
masacre en un pueblo indonesio que fue borrado del mapa. No era consciente del
destino de ese viaje que comenzó tan ufano. Uno de sus compadres en el crimen,
casado y con dos hijas, al que convoca para grabar algunas escenas, es más
consciente de lo que aquello puede suponer y se muestra remiso a rodar, critica
que lo hagan, confiesa que no le da vueltas al tema y que eso le ha permitido
dormir con la conciencia tranquila. "Lo que se considera crimen de guerra
está definido por los vencedores", replica cuando la cámara le pregunta si
no es consciente de que aquello que considera era un deber puede llevarle a La
Haya. "Que me lleven", desafía.
Exterminar
"de una manera más humana"
"Esto no es lo
característico de la Pancasila Youth [juventud paramilitar al servicio del
Estado], como si nos gustase beber sangre", justifica en el set de rodaje
de la citada masacre el ministro de Juventud y Deporte, que ha acudido a apoyar
el rodaje pero que parece también darse cuenta al verse desde fuera lo que
están haciendo. "Debemos
exterminar a los comunistas, pero debemos aniquilarlos de una manera más
humana", dice con toda llaneza. "Si queremos prevenir
con seriedad que nos matemos unos a otros, tenemos que mirar a los motivos de la violencia
frente a frente", defiende Oppenheimer. "¿He
pecado... y todo esto vuelve ahora a mí? Espero que no", dice Kongo, cuyo
personaje hubiera sido de imaginar por un guionista. "Sé que estaba
equivocado, pero tenía que hacerlo". Gracias a The
Act of Killing se habla por primera vez abiertamente en
Indonesia de este crimen masivo, gracias a proyecciones clandestinas o reducidas,
ya que la censura no permitiría la proyección de un documental cuyo rodaje fue
convirtiéndose en algo cada vez más peligroso y en cuyos créditos hay varias decenas de miembros del equipo
técnico que están acreditados como "anónimos".
No es este un acto de denuncia al uso (pero lo es, por muchas carcajadas que el
espectáculo provoque, y prueba de ello es que los supervivientes de la matanza
son los primeros que quieren distribuir la película en Indonesia). Es, sobre
todo, "cómo un régimen de terror se imagina a sí mismo", en palabras
del propio director.
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