"80 egunean", el martes 23 de octubre a las 21 h. en los Multicines Benavente

Ochenta días dan para mucho. Para aventurarse en una vuelta al mundo al estilo de Julio Verne o centrarse en el reencuentro de dos viajes amigas que rondan los 70 años. En esos 80 días (80 egunean), los directores Jon Garaño y José Mari Goenaga desentrañan la vida de Axun y Maite, dos mujeres dispuestas a estrechar los lazos que rompieron cuando eran dos niñas que estaban descubriendo sus sentimientos.
De hecho, el título provisional iba a ser Axun eta Maite, pero no gustaba a la mayoría del equipo y envejeció mal. "Durante el montaje recibíamos malas vibraciones. 80 egunean era más adecuado porque incluía al resto de los personajes, sobre todo a José Ramón Argoitia", reconsidera José Mari Goenaga. De hecho, el actor guipuzcoano, que interpreta al marido de Axun, está encantando de la vida con su papel. Los tres protagonistas no pararon de cantar y recitar algunas de las canciones de la película mientras la prensa gráfica hacía su labor ayer en Bilbao.
Argoitia no tiene reparos en enseñar su documento de identidad y recordar que es chino. Hijo de un pelotari que recorrió China, vivió en el gigante asiático hasta los seis años. Pero 80 egunean no es un viaje iniciático, sino un filme que quiere hablar de los sentimientos: en este caso, dos mujeres descubrirán que la química entre ellas sigue intacta.
"Cuando escribes un guión -señala Goenaga-, no le pones límites a la imaginación, pero nos preguntábamos si íbamos a poder encontrar a actores euskaldunes de esta edad que no tuvieran ningún tipo de problema para abordar este tema. Viendo el resultado nos damos cuenta de que hemos tenido una suerte increíble: lo hacen muy bien y se han implicado muchísimo. Gracias a eso la película es mucho mejor de lo que podía haber sido".
Para la elaboración del guión, los directores se han basado en referentes cercanos. "Ha sido un trabajo de observación de la gente que tenemos cerca. Axun como tal no existe, pero sí hay muchas Axunes cerca. Conocemos mucha gente como Juan Mari o Maite. Queríamos que fuera un reflejo de la sociedad. Mucha gente reconocerá a alguno de los personajes de la película". La incógnita que surge ante el lanzamiento de cualquier película es la respuesta comercia que va a obtener. En este sentido, Goenaga afirma que "quizás comercialmente no atraiga especialmente que las protagonistas sean mayores, y tengan una historia entre ellas, pero también puede ser un gancho para el resto. Pero es una historia de sentimientos. Aunque no seas mujer, mayor, lesbiana y de un entorno rural, te puedes sentirte identificado con los personajes. Corazón o razón. Es un dilema que todos vivimos en un momento determinado de nuestras vidas".
Los directores de esta película son conscientes de que su potencial está en Euskadi y de que en el cine tiene que haber de todo: Robin Hood, Two lovers... Tras esta primera experiencia, ambos se muestran dispuestos a seguir trabajando junto, si bien tal vez no codirigiendo. "No somos un tándem creativo cerrado", dicen.